Blogia
ellosnoexisten

cosmética del enemigo

cosmética del enemigo

Nothomb, Amélie, Cosmética del enemigo, Barcelona, 2003, Editorial Anagrama, ISBN: 84-339-6992-7.

Las menos de 90 páginas (con letra grande y abundancia de espacios en blanco) dan para que hasta un lector regular-tirando-a-torpe como yo lea en una mañana este relato corto. Confesaré que compré este “Cosmética del enemigo” porque me plegué al bombardeo publicitario quésecuecista del que se beneficia Amélie Nothomb.

El relato es en tercera persona y creo que es un error de bulto. Las argumentaciones de un personaje principal-narrador hubieran sido más creíbles. Especialmente molesto ha sido encontrar sustituídas descripciones por pareceres o interpretaciones subjetivísimas de la autora, incluso explicándonos los pensamientos de los personajes.


(p.7) “-Buenos días –le dijo alguien en tono ceremonioso.”

(p.56) “Se produjo un silencio. Jérôme Angust parecía fuertemente conmocionado

Una perla difícilmente superable en cuanto a especulación:

(p.8) “Pero bueno –pensó Jérôme-, sólo me faltaba que un pelmazo viniera a darme la tabarra.”

-Hm hm –respondió en un tono que parecía querer decir: “Déjeme en paz”


Una muestra de diálogo inverosímil (sé que mi molestia es una opinión irrelevante, que no me guste, digo. ¡Hay gente que se pirra por el realismo mágico!):

(p.55)-”Yo dije: “Me decepciona usted”. Ella dijo: “Descaro no le falta. No sólo me viola sino que, además, tengo que estar a la altura de sus expectativas?” Yo dije: “Y si la ayudase a que me matara? Verá como coopero.” Ella dijo: “No veré nada. Ahora márchese.” Yo dije: “Al principio, hablaba usted de cuchillos. ¿Dónde los guarda?” No respondió. Fui a la cocina y encontré un cuchillo enorme.

-Por qué no intentó huir?


Aunque, seamos justos, eso no quita que encontremos diálogos con gracia:

(p.19) “-Es verdad. ¿Por qué limitar esos pequeños placeres de la existencia?

-Ya veo que no me toma en serio. Se está burlando de mí.

-Teniendo en cuenta lo que usted denomina asesinato, no tengo la impresión de hallarme en presencia de un gran criminal.

-Tiene razón, no soy ningún gran criminal. Soy un pequeño criminal sin envergadura.

-Valoro esos arrebatos de lucidez.

-Dése cuenta: sólo he matado a dos personas.

-Es una cifra mediocre. Hay que tener más ambición, hombre de Dios."


Los que hayan leído mínimamente datos biográficos sabrán que Amélie Nothomb padeció de anorexia y bulimia, tema que trata en su último libro:

(p.23) “Sabes que estás sometido a una fuerza oscura y detestable que, desde el fondo de tu estómago, se parte de risa.”


(p.24) “El enemigo es aquel que, desde el interior, destruye lo que merece la pena. Es el que te muestra la decrepitud contenida en cada realidad. Es aquel que saca a la luz tu bajeza y la de tus amigos. Es aquel que, en un dia perfecto, encontrará una excelente razón para que te tortures. Es aquel que te hará sentir asco de ti mismo. Es aquel que, cuando entreveas el rostro celestial de una desconocida, te revelará la muerte contenida en tanta belleza.


(p.30)“Me convertí en un ser torturado, angustiado, y empecé a comer como un poseso.”


(p.37)”No sabe lo que significa tener tanta sed y no tener derecho a beber mientras el agua fluye ante la mirada de uno, hermosa, salvadora, al alcance de sus labios. El agua te es negada a ti, que acabas de atravesar el desierto, por la incongruente razón de que no eres de su agrado.¡Como si el agua tuviera derecho a rechazarte!¡Menuda imprudencia!¿Acaso no se trata de tener sed de ella y no viceversa?

-Eso es un argumento de violador.

-No se imagina usted hasta qué punto.”


(p.79) “Soy la parte de ti que no se niega nada a sí misma”


Más perlas, de esas que podríamos llamar “cuidado con según qué ideas que las carga el diablo y se le disparan a los tontos”:

(p.45) “La habría reconocido entre cuatro mil millones de mujeres. La brutalidad sexual crea sus vínculos.

(p.57)”-Conocía aquella chica mejor que nadie. La había violado, lo que no estaba mal; la había asesinado, lo que sigue resultando el mejor método para conocer íntimamente a alguien.(...) Conocía su nombre, su sexo y su muerte.(...)”

(p.64) “Juzgo los actos con la vara de medir del placer que proporcionan. El éxtasis voluptuoso es la suprema meta de la existencia, y no necesita justificación alguna.”


Los diálogos no son verosímiles dado que ningún contertulio vacila y las réplicas, inteligentes, se dan rápidamente. Imagínense la escena llevada al cine...¿Quizás Kenneth Branagh?

(p.58) “-Acaso no se le pasa por la cabeza, maldito chiflado, que conocer a una persona consiste en vivir con ella, hablar con ella, dormir junto a ella y no en destruirla?

-Qué barbaridad, estamos cayendo en los grandes y terribles lugares comunes. Su próxima réplica será: “Amar es mirar juntos en la misma dirección.(...)¡Hay que ver lo sensiblera que es la gente que no ha matado a nadie, maldita sea!


(p.88) “-¿Así que regresé a mi casa y apuñalé a mi mujer varias veces, así, sin motivo?

-Sin otro motivo que el amor, que todo lo lleva a la perdición.”


Que ambos personajes hablen igual es un aparente defecto con una solución peregrina aunque insertada en el imaginario colectivo contemporáneo desde la publicación (y posterior producción para el cine) de “el club de lucha” de Chuck Palahniuk. Influencia (por decir algo moderado) de “Cosmética del enemigo” tanto en el “motor” de la historia, como en el desenlace. Toda la trama se desvela mediante una declaración de la conciencia del personaje. No porque el lector pueda construirla mediante un proceso creativo mental, sino que se le redacta, como una sinopsis completa.

la conciencia sobreactuada


Y es que el quésecuecismo es una doctrina peligrosa.


nota: los subrayados son mios.

4 comentarios

jesús -

hola MH,
Normalmente evito las declaraciones de "paladar", pero, como Ud. deduce, no me gustó (y esta opinión es poco relevante).
Un placer recibirle po aquí.

MH -

O sea, que no te gustó.
Deduzco.

Golfo -

sofisticados
pisan... no posan.. posar, posar, vaya, lo que es posar, posa amelie para TV5.

Golfo -

Esos títulos tan típicamente soficticados me parecieron la punta del iceberg... luego vi que era más bien la punta de otra cosa bastante más mediocre que un iceberb... hay montones por la calle, y de vez en cuando se posan... otras veces se ponen en botes y se venden a unos cuantos gilipollas orgullosos de participar en el juego del arte y la vida intelectual, tan transgresiva, tan desconcertante.
Amelie, eres la típica, se te nothamb a la legua.