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ellosnoexisten

de aquellos polvos

de aquellos polvos uno juega con ventaja. Con ventaja compartida. Verán, uno puede apropiarse la imagen de Kate Moss, quitarle el biquini, darle un punto de tristeza en la mirada, e incluso hacerle un tatuaje en la baja espalda, puede uno exponer públicamente dicha imagen e incluso escribir sobre ella; puede uno también renegar.
El poder (la ventaja) con que cuento es similar al de los creadores de monstruos que en su dia se fijaron en Kate Moss y en tantas otras.
Esto no es una frivolidad. No entra en mis parámetros de conducta habituales utilizar mi tiempo y mi neurona en defender a cualquier pobre-niña-rica de a millón de dólares el año porque le hayan rescindido tal o cual contrato. Sí entra en mis parámetros capacidad de sorpresa ante la desvergonzada hipocresía de aquellos que están linchando a la modelo (un respeto, Lucien Freud puso sus colores en ella y por algo sería). Supongo que si finalmente Rimmel ® y L’Oreal ® le rescinden el contrato escogeran a otra de una belleza especial, quizás basada en un discreto tabique de titanio. Al parecer se lo están pensando. Y a mi me gusta especular con que la diva, en el interior de la flecha, se tatúe una leyenda del tipo:
“el culo que lamer es este”
O bien
“para darme por culo ya me tengo a mi novio”
Por lo demás, no pienso pintarme más con rimmel. Porque yo lo valgo.

2 comentarios

hans k -

no es de extrañar que el mundo de la fachada se preocupe sóla y exclusivamente de la fachada.

creo que otro tipo de sentimientos no se traducen en datos económicos

lu -

qué bueno eres dibujando, jodío.
besos