Espacio del dolor (de Joseph Beuys)
Hinter dem Knochen
wird gezählt - Schmerzraum
(Se cuenta detrás del hueso. Espacio del dolor)
de Joseph Beuys,1983
Técnica: planchas de plomo,
hierro y anillos de plata
Medidas: 295 x 545 x 740 cm
CaixaForum. Barcelona
Schmerzraum es una habitación (ver medidas) forrada totalmente de
plomo cuyo único vano es el hueco de la puerta de acceso. En el techo hay dos anillos de plata del diámetro de las cabezas de un niño y de un adulto. Una sencilla bombilla ilumina la estancia.
Si concebimos los anillos como indicios evocadores de la cabeza de la misma persona el conjunto se convierte en metáfora de la propia vida. Sobretodo si tenemos en cuenta que la creación de esta instalación data de 1983, tres años antes de la muerte del artista.
El espacio es sobrecogedor. Pude soportar un par de minutos de soledad. Afortunadamente un nuevo visitante llegó y abandoné la sala. Creo que por dos motivos:
1. La experiencia íntima me produce vergüenza ante un desconocido.
2. La experiencia íntima ajena me turba.
Además, según reza en el texto explicativo de la instalación Joseph Beuys propone la experiencia de quedarnos solos ante ese vacío.Ahí dentro el individuo, aislado del mundo, se tiene únicamente a sí mismo y puede tomar conciencia de sí. Sin embargo, ese conocimiento propio conlleva soledad y angustia, una especie de dolor espiritual
Efectivamente. El plomo absorbe la luz y nos aisla del ruído y de las radiaciones. Las poderosas costuras que sellan las placas de plomo no hacen sino evidenciar el carácter de búnker en el que nos encontramos. Protegidos e incomunicados; y paradógicamente por un material blando, maleable, sucio, materia prima de ciertos lápices y del que sabemos que es el elemento más pesado amén de altamente contaminante.
En Schmerzraum uno puede escuchar claramente los latidos del propio corazón. Obras como estas nos igualan mediante el eterno diagnóstico: enfermo de vida, mortal de necesidad.
Quizás suene todo demasiado afectado. Va por los que no sientan nada.
wird gezählt - Schmerzraum
(Se cuenta detrás del hueso. Espacio del dolor)
de Joseph Beuys,1983
Técnica: planchas de plomo,
hierro y anillos de plata
Medidas: 295 x 545 x 740 cm
CaixaForum. Barcelona
Schmerzraum es una habitación (ver medidas) forrada totalmente de
plomo cuyo único vano es el hueco de la puerta de acceso. En el techo hay dos anillos de plata del diámetro de las cabezas de un niño y de un adulto. Una sencilla bombilla ilumina la estancia.
Si concebimos los anillos como indicios evocadores de la cabeza de la misma persona el conjunto se convierte en metáfora de la propia vida. Sobretodo si tenemos en cuenta que la creación de esta instalación data de 1983, tres años antes de la muerte del artista.
El espacio es sobrecogedor. Pude soportar un par de minutos de soledad. Afortunadamente un nuevo visitante llegó y abandoné la sala. Creo que por dos motivos:
1. La experiencia íntima me produce vergüenza ante un desconocido.
2. La experiencia íntima ajena me turba.
Además, según reza en el texto explicativo de la instalación Joseph Beuys propone la experiencia de quedarnos solos ante ese vacío.Ahí dentro el individuo, aislado del mundo, se tiene únicamente a sí mismo y puede tomar conciencia de sí. Sin embargo, ese conocimiento propio conlleva soledad y angustia, una especie de dolor espiritual
Efectivamente. El plomo absorbe la luz y nos aisla del ruído y de las radiaciones. Las poderosas costuras que sellan las placas de plomo no hacen sino evidenciar el carácter de búnker en el que nos encontramos. Protegidos e incomunicados; y paradógicamente por un material blando, maleable, sucio, materia prima de ciertos lápices y del que sabemos que es el elemento más pesado amén de altamente contaminante.
En Schmerzraum uno puede escuchar claramente los latidos del propio corazón. Obras como estas nos igualan mediante el eterno diagnóstico: enfermo de vida, mortal de necesidad.
4 comentarios
jesús -
Gracias por las visitas.
burma -
tengo que releerte siempre varias veces (desde que te descubrí hace unos días) pero siempre compensa a una curiosa inquieta cómo ésta... aunque presuma y no confiese que en el todo me quedo a medias, ciertos matices de por sí son motor para querer algo más que la letra iluminando a pantallazos mi desconocimiento.
jesús -
Gracias por la visita
unamaruja -