Douglas Gordon en la Fundació Miró (Barcelona)
La Fundació Joan Miró de Barcelona acoge la exposición Lo que quieras que diga… Yo ya estoy muerto de Douglas Gordon.
Es estimulante la presencia de tantos trabajos que más allá del hilo conductor adjudicado y marca de la casa que es el medio “lenguaje” audiovisual (cinematográfico, vídeo, proyección fija y palabra escrita) tengan como común denominador sencillez “de mecanismo”, efectividad a la hora de conectar con el público, y profundidad conceptual.
Diran uds. que
“es lo normal”
Y que
“es lo que se espera del Arte Contemporáneo”
Pues NO y pues SÍ. Es decir, NO es tan normal encontrar obras desprovistas de castillos pirotécnicos, austeras y polisémicas; y SÍ, deberíamos exigir (voy a ponerme dogmático again, me temo) de los artistas compromiso para con la inteligencia de su público.
Autorretrato (Besar con escopolamina),
Besar con pentotal sódico y Besar con amobarbital, las tres de 1994, plantean la idea de transferir vía-beso una de estas tres “drogas de la verdad” (sic). Sepan que dichos barbitúricos, en dosis moderadas son sedantes y en altas concentraciones se utilizan para producir la muerte sin dolor (pentotal para eutanasia en veterinaria). En cualquier caso las connotaciones de la supuesta performance (tan sólo se nos muestran imágenes fijas de unos besos) son de gravedad.
A través de un espejo consiste en la proyección por duplicado de una escena de Taxi Driver.
Una de las proyecciones está invertida, y hay una leve des-sincronización. El espectador queda en medio del diálogo entre los dos desafiantes (y armados) jóvenes Robert de Niro
Por cierto, en la Fundació Miró, la instalación estaba mal (la foto no es de "la Miró"), dado que ambos proyectores ofrecían la escena tal cual (sin invertir ninguna). Se lo hice saber a uno de los cuidadores de sala e intentó penosamente convencerme de que la proyección era así y que yo estaba equivocado. No discutí.
24 horas de PSICOSIS consiste en la proyección del clásico de Hitchcock ralentizada hasta hacerla durar 24 horas (aproximadamente 1.8 fotogramas/segundo)
Les dejo la escena de la ducha “entubada” para que la vean cuando telefónica está “en uno de esos días”. Se harán una idea del efecto.
De Dios a nada (1996) me recordó al espacio del dolor de Joseph Beuys . Quizás las bombillas, quizás el tratamiento del tema universal de los miedos. Las paredes oscuras del interior de la sala tienen escrito en el perímetro un gran número de “miedos”. Empieza por “el miedo a Dios” y acaba con “el miedo a nada”. En el camino, por supuesto, el sexo y la muerte tienen su lugar. La sala está iluminada por tres bombillas a la altura de la cabeza, el corazón y el sexo.
Prácticamente todas las películas y trabajos de video desde 1992 hasta ahora (1992) es una instalación donde Prácticamente todas las películas y trabajos de video desde 1992 hasta ahora se ofrecen a la vez en monitores. Animemos a Mr. Gordon a que las suba a Internet, total, ya puestos…
Hasta el 4 de junio (las princesas no pagan)
2 comentarios
jesús -
:D
Flavius -