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el cuchillo de marcel (II)

el cuchillo de marcel (II) ¿Les suena algo llamado la navaja de Occam?
Guillermo de Occam ¿Les suena?
No sale en la prensa amarilla
Ni en dónde estás corazón
Ni en salsa rosa
Guillermo de Occam vivió en el siglo XIV.
Esa navaja, la navaja de Occam, digo, es una idea, un principio de economía. Economía en el sentido de simplicidad.
Como "economía de medios", o algo así.
La idea separaba a la ciencia de la teología e inició el camino de una filosofía libre y abierta a la razón.
A Occam no lo quemó la Inquisición. Guillermo de Occam era un monje franciscano.
“La navaja de Occam" es un principio filosófico que defiende que de entre dos explicaciones válidas para un mismo fenómeno, la más simple es la correcta.
La idea original tal y como la formuló el monje dice así: Entia non sunt multiplicanda sine necesitate.
Bueno, si dejamos a un lado la teoría, lo más interesante de mi tesina de antropología es que se convertía en un trabajo de campo sobre la creación de un mito a finales del segundo milenio en Occidente.
Bien, si "La navaja de Occam" es un axioma filosófico y un método de ciencia, "El cuchillo de Marcel" es-otra-cosa. Es la puta antítesis de la navaja de Occam. No es estrictamente un amuleto, aunque bien podría serlo. Y podría por ser un objeto portátil al que se atribuye alguna virtud sobrenatural para alejar algún daño o peligro, o para propiciar algo. Ya sabes...un amuleto. En este caso para propiciar algo. En esto no sería muy diferente de los objetos menudos de los pueblos de la antigüedad y que usan todavía los aborígenes que viven en su hábitat natural o en reservas.
El cuchillo no es un amuleto porque siempre hay una conciencia de la artificialidad. No hay una superstición a pies juntillas de sus poderes sobrenaturales. No es estrictamente un amuleto.
Podría ser perfectamente un catalizador.
El trabajo incluía un anexo con diferente documentación que demostraba cómo se estaba gestando un falso mito con ritual incluído. Dieciseis personas presentaban pruebas de haber utilizado un cuchillo que habían bautizado con el nombre de "el cuchillo de Marcel". Yo inicié a cuatro de ellas. Tres de estas personas iniciaron a su vez a diez de las cuales a ocho yo no conocía de nada. A su vez dos de estos diez iniciaron a dos en lo que ya era la cuarta generación. Todo ello en tan sólo cuatro meses. Todas esas personas conocían unas pocas reglas básicas como que debían informar al nuevo a qué generación correspondían y que debían enviar algún testimonio o mejor una prueba de su pertenencia a mi apartado de correos. Hasta hoy tengo contabilizadas mil ciento nueve personas en nueve generaciones, que se dice rápido. Las que habrá que no tenga controladas

Yo había acabado mi exposición pública dirigiéndome a las treintaipico personas que había en clase con un: "Vosotros podeis pertenecer a la segunda generación"."

1 comentario

x.pibernat -

... te aseguro que eso de los amuletos es un producto que se vende mucho. Respecto a eso que tramaste, me recuerda a las piramides esas en el que se hace rico quien tiene la idea... Supongo que no sacaste ni un duro de tu trabajo de campo, aunque lo intuyo muy interesante.Si lo he entendido bien, gente y mas gente dando testimonio de algo que les era ajeno...