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ellosnoexisten

De vueltas con las palabras

De vueltas con las palabras Si no lo digo reviento. Hay términos que usamos erróneamente (ansío sus correcciones si es que ando malencaminado). Y lo peor de lo peor: todos tienen su origen en obras maestras de la literatura universal.
“Gran Hermano”: A partir del concurso televisivo inspirado (¿?) en 1984 de George Orwell los concursantes (y por extensión los ex-concursantes) pasan a ser denominados “grandes hermanos”. Siendo mínimamente justos con 1984, el único gran hermano que existe es El-Es-pec-ta-dor (quizás ampliando la definición podríamos hablar del índice-de-audiencia)
“Troyano”: (definición de wikipedia: Un Troyano (o caballo de Troya, traducción más fiel del inglés Trojan horse aunque no tan utilizada) es un programa malicioso que se oculta en el interior de un programa de apariencia inocente. Cuando este último es ejecutado, el troyano realiza la acción o se oculta en la máquina del incauto que lo ha ejecutado.
¿Cual és el problema?
Troyanos eran los habitantes atacados por el caballo de los griegos (por extensión caballo de Troya)
De ser un puñetero ya he sido acusado, no se preocupen. Ocurre que... cómo decirlo... el lenguaje mal usado es perverso. Fíjense en términos como “progresista” o “de izquierdas” aplicado a la política.
Luchamos por un gobierno progresista.
O
Soy un tipo de izquierdas (puede añadirse “de toda la vida”)
O
Viva la anarquía
Ahora bién, definirse de un determinado color político o defensor de una ideología ¿Consiste en hacer una declaración? ¿En tener un carné? ¿En ser miembro de un partido? ¿En tener un programa? ¿En brindis al sol?
NO
Ser progresista es hacer una política progresista
Ser de izquierdas es hacer una política de izquierdas
Marx, tan menospreciado por el descrédito del comunismo como opción política, da en el clavo cuando defiende a nuestra especie como homo faber: el hombre que hace. De eso va el progresismo: de enfrentarse al reaccionario que declara que las leyes naturales se imponen como garante de cualquier orden (que es el que domina y, en todo caso, el único que vale la pena mantener). Se trata de creer en la capacidad transformadora del hombre por el hombre, de luchar por conseguir el poder y aplicar una política que lleve a cabo los ideales tales como libertad, igualdad de oportunidades, bla, bla, y bla,... Ya se lo saben ¿Verdad? Entonces actuemos en consecuencia. El poder per se es un absurdo. Y quien quiera entender, que entienda.

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