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ellosnoexisten

condolencias

condolencias

Tuve que caminar unos cincuenta metros desde mi coche hasta la casa de Adam. Normalmente puedo aparcar en la puerta porque no hay decenas de berlinas de gama alta esperando a que sus dueños cumplan con el trámite burocrático del pésame.

Cola en el supermercado,

cola en la gasolinera,

cola de condolencias.

Interrumpí el improvisado poema haiku cuando alcancé a las primeras almas con las que intercambié un “buenas noches”. Eran los dos policías locales que montaban guardia junto a la furgoneta. Las luces de posición blancas y azules creaban una atmósfera romántica ante la entrada de Adamxlandia. Romántica o de pub after hours, según se mire. El jardín que se interpone entre la verja exterior y la casa evocaba un ambiente de verbena. Las luces del suelo y las de la piscina estaban encendidas. Había repartidas cuatro mesas vestidas de gala con manteles de hilo y atiborradas de botellas y copas de cava, pastas saladas y fruta; y termos con café, té y  leche. Unas cuarenta personas conversaban plácidamente. Sólo el tono de voz moderado marcaba la diferencia con cualquier inauguración de una exposición o el refrigerio que cierra una conferencia. Un tanto desorientado busqué a alguien conocido. En seguida reconocí a M.M.G, nuestro alcalde. Estuve muy tentado de saludarle pero hablaba con un par de cuarentonas potentes de esas que, a la legua adivinas, pueden joderte la digestión. Apareció Raimond, el presidente de la Adam X Reseach Foundation y secretario personal del fallecido. Estrechamos las manos y nuestra abnegación. En estos casos es fácil decir algo inapropiado. Eso fue exactamente lo que ocurrió.

-Tienes un aspecto horrible.

-Lo sé.

-¿Cómo ha sido?

-Lo encontré en su sillón, como dormido.

Empezó a balbucear y parecía que no podría contener las lágrimas. Fue sorprendente. Raimond es, sobre todo,

frío. Después de todo, aparte de dirigir la fundación y actuar como secretario personal, también era el novio fijo de Adam -pensé. Se giró y casi se mete en el escote de una Barbie-de-luto+todos sus complementos originales. Alguien me agarró del brazo. Mierda.

-Lo siento, Jesús. Un momento duro ¿Eh?

-¡Alcalde! Oh, sí. Todos lo sentimos, supongo.

-¿Lo dudas?

-Siempre he dudado que un burgués bienpensante de derechas lamente la pérdida de un intelectual.

-Amigo, no criminalizar la ideología, ese es un principio ontológico recogido en el código penal.

Político, abogado y pedante cabrón. Así es nuestro gobernante.

5 comentarios

jesús -

Mar, las respuestas a sus comentarios son simples, sólo tiene que intercambiar los verbos de sus frases por cualquier palabra de "Tractatus". :PPPPPPPPPP
lu, buenooooo, una serpiente no es necesariamente una víbora. (lo contrario se cumple siempre, claro)

lu -

jajajaj, claro que soy la serpiente, pero es que las serpientes han tenido siempre muy mala prensa, a mi me gustan y en realidad, con lo parad que soy, me encantaría pensar que soy mala malísima...o que lo piensas tú.
Besos

Mar -

Vuelvo a ser simplona.La serpiente me pilla por sorpresa, lucha y deseo. Deseo de machacar al alcalde la tiene todo el mundo, ¿acaso la serpiente es la cicuta? Lo de Marinof lo veía crudo desde el principio ¿como un desequilibrado puede aconsejar a otro loco?:P

jesús -

lu, reprimiré el chiste facil(ísimo) que me has puesto a huevo :D
Y qué es eso de "me gusta". Venga, a criticar a saco, que si no ayudas poco.
;)

lu -

jodío...esa de la serpiente soy yo¡¡¡¡
jajajajaja
me gusta el relato.
;)